La bruma ha borrado el horizonte.
Todos los colores se han vestido de plata.
Un pescador descalzo desparrama sus redes
por la orilla de este mar estático.
Las gaviotas se arremolinan alrededor de la barca.
También mis pies sin calzado se encaminan
hasta el promontorio. Resbalan las gotas saladas
por los oscuros peñascos
hasta fundirse de nuevo entre las olas.
Por un instante presiento la finitud.
El caos se hace mi dueño.
La capacidad de auto-engaño me abandona.
¿Nuestra vida es solo un punto en medio de la eternidad?
Un alud de miedo me acecha amenazante.
Debo sorber con mi aliento la belleza del entorno.
Una gota de lluvia se ha posado sobre mis labios.
El plateado mar se agita, muerto de celos.
lunes, 7 de julio de 2014
sábado, 11 de enero de 2014
Homenaje de A.L.A.S.
Homenaje de la Asociación de Mujeres por la Literatura y las Artes a las escritoras: Lola R. Maurazos, Rosa R. Gisbert, Paquita Moreno Herrero y Ángela F. Paloma por su trayectoria literaria y artística.
domingo, 29 de julio de 2012
novela FLORES DE LOTO EN NEGRO SOBRE AZUL
La novela que nos ocupa, posee un
valor presente
en muchas de las obras de Paquita
Moreno: la crítica racional, en este caso lanzada hacia la facilidad con la que
las explicaciones paranormales
se abren paso en nuestra cultura,
gracias al perfecto caldo de cultivo que encuentran en ella. La intriga propia
de esta trama,
aderezada con los fenómenos paranormales
y llevaba a cabo por personajes de
divertidos sobrenombres,
hacen que esta novela mantenga la
atracción desde la primera
palabra hasta su inesperado final. A
medida que se adentra en la lectura, descubre que la autora siempre tiene como
referente algunas pinceladas de su querida Frigiliana natal y que sus palabras tienen el poder de trasladarte, en el
espacio y en el tiempo, a los más recónditos rincones de este precioso lugar y ofrecen
la posibilidad de conocer, camuflados perfectamente bajo personajes de novela
de género negro.

domingo, 22 de noviembre de 2009
Exposición 25 N. ¿La otra mejilla?
SOLEDAD
Esas noches sin luz y sin candela
cuando el aire en suspiros se ha dormido,
el cordón de la luna es el latido
que acaricia en el pecho. El alma vela.
El destello de plata no consuela
del embrujo dorado antaño habido.
El latir de ese fuego adormecido
en la sima del pulso se revela.
Ni una gota en la boca de agua fresca.
El calor de los labios entibiado.
Velada la color por la tristeza.
Reseco el corazón como la yesca.
El ardor del aliento sosegado
por la nieve sin sol de la cabeza.
Esas noches sin luz y sin candela
cuando el aire en suspiros se ha dormido,
el cordón de la luna es el latido
que acaricia en el pecho. El alma vela.
El destello de plata no consuela
del embrujo dorado antaño habido.
El latir de ese fuego adormecido
en la sima del pulso se revela.
Ni una gota en la boca de agua fresca.
El calor de los labios entibiado.
Velada la color por la tristeza.
Reseco el corazón como la yesca.
El ardor del aliento sosegado
por la nieve sin sol de la cabeza.
miércoles, 3 de junio de 2009
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